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miércoles, 12 de febrero de 2020
QUIÉN DEBERÍA GUIAR A
SUS HIJOS
Los niños necesitan que los adultos los guíen y los
aconsejen, y los padres son los más indicados para hacerlo, de hecho, es su
deber. Sin embargo, otros adultos también pueden ser una buena influencia para
ellos.
POR QUÉ ES IMPORTANTE
En muchos países, los jóvenes pasan poco tiempo con adultos.
Piense en lo siguiente:
• Los niños están la mayor parte del día en la es-cuela,
donde hay más estudiantes que maestros u otros adultos.
• Cuando regresan a casa después de clase, no hay nadie
porque sus padres están trabajando.
• Un informe reveló que, en Estados Unidos, los niños de
entre 8 y 12 años pasan unas seis horas al día entretenidos con aparatos electrónicos.
El libro Hold On to
Your Kids (Afórrese a sus hijos) dice: “Los jóvenes ya no imitan a sus
padres, maestros u otros adultos responsables ni les piden consejos, ahora
acuden [...] a otros jóvenes de su edad”.
CÓMO DARLES GUÍA
Pase tiempo con sus hijos
Pase tiempo con sus hijos
PRINCIPIO BÍBLICO:
“Entrena al muchacho conforme al camino para él; aun cuando se haga viejo no se
desviará de él” (Proverbios 22:6).
Por lo general, los niños que
buscan la guía de los adultos llegan a ser personas maduras que toman buenas
decisiones.
Lo normal es que los niños busquen la guía de sus padres. De hecho, los especialistas indican que, incluso cuando entran en la adolescencia, los niños valoran más los consejos de sus padres que los de sus amigos.
El profesor de Psicología Laurence Steinberg señala en su libro You and Your Adolescent (Su hijo adolescente y usted): “Durante la adolescencia y los primeros años de la edad adulta, los padres siguen siendo quienes más influyen en las actitudes y el comportamiento de sus hijos”. El autor añade: “Su hijo adolescente valora la opinión que usted tiene, aunque no siempre lo reconozca, y escucha lo que usted dice, aunque no esté de acuerdo en todo”.
Por naturaleza, sus hijos sienten admiración por usted, así que aprovéchelo. Pase tiempo con ellos. Dígales qué opina de las cosas, transmítales sus valores y cuénteles sus experiencias.
Pida ayuda a adultos responsables
PRINCIPIO BÍBLICO: “El que está andando con personas sabias se hará sabio” (Proverbios 13:20).
¿Hay adultos que puedan ser buenos ejemplos para su hijo adolescente? ¿Podría hacer algo para que su hijo pase más tiempo con esas personas? Claro, usted no debe renunciar a su autoridad como padre. Sin embargo, contar con el apoyo de adultos confiables, personas que nunca harían daño a su hijo, puede complementar la educación que usted le da.
La Biblia dice que un joven llamado Timoteo se benefició mucho de la compañía del apóstol Pablo, incluso cuando llegó a la edad adulta, y que Pablo también se benefició de la compañía de Timoteo (Filipenses 2: 20, 22).
En la actualidad, muchas familias ya no están juntas porque los abuelos, los tíos u otros parientes quizás viven en diferentes partes del mundo. Si ese es el caso de su familia, procure que sus hijos adolescentes tengan la oportunidad de aprender de adultos con las cualidades que le gustaría que sus hijos tuvieran.
PASAR TIEMPO CON ADULTOS
“Mis hijos han crecido rodeados de adultos. Conversar con ellos les ha enseñado mucho sobre la vida. Por ejemplo, mi abuela les contó que, cuando era pequeña, su familia fue la primera que tuvo luz eléctrica y que los vecinos iban a su casa para ver cómo se encendía y se apagaba la luz de la cocina. Eso sorprendió mucho a mis hijos y les hizo ver lo diferente que era la vida antes.
Conocer esos detalles de su bisabuela también les enseñó a respetar a las personas mayores. Cuando los niños pasan más tiempo con adultos y menos tiempo con amigos de su edad, aprenden a ver la vida de un modo diferente”
Dé el ejemplo
• ¿Soy un buen modelo de conducta para mis hijos?
• ¿Ven mis hijos que yo también pido ayuda a personas con más experiencia?
• ¿Demuestro a mis hijos lo mucho que me importan pasando tiempo con ellos?
Lo que otros han hecho
“A veces, cuando estoy ocupado, mi hija me dice que quiere hablar conmigo. Siempre intento darle prioridad, aunque tenga que pedirle que espere unos minutos para poder de-dictarle toda mi atención. Mi esposa y yo también nos esforzamos por darle un buen ejemplo para que así vea que vivimos de acuerdo con los principios que le enseñamos” (David).
“Cuando nació nuestra hija, decidimos que yo no trabajaría, que me quedaría en casa para cuidar de ella. No me arrepiento de aquella decisión. Los padres tienen que hacer todo lo posible por formar parte de la vida de sus hijos para poder darles la guía que necesitan y, sobre todo, para demostrarles que se preocupan por ellos” (Lisa).
Lo normal es que los niños busquen la guía de sus padres. De hecho, los especialistas indican que, incluso cuando entran en la adolescencia, los niños valoran más los consejos de sus padres que los de sus amigos.
El profesor de Psicología Laurence Steinberg señala en su libro You and Your Adolescent (Su hijo adolescente y usted): “Durante la adolescencia y los primeros años de la edad adulta, los padres siguen siendo quienes más influyen en las actitudes y el comportamiento de sus hijos”. El autor añade: “Su hijo adolescente valora la opinión que usted tiene, aunque no siempre lo reconozca, y escucha lo que usted dice, aunque no esté de acuerdo en todo”.
Por naturaleza, sus hijos sienten admiración por usted, así que aprovéchelo. Pase tiempo con ellos. Dígales qué opina de las cosas, transmítales sus valores y cuénteles sus experiencias.
Pida ayuda a adultos responsables
PRINCIPIO BÍBLICO: “El que está andando con personas sabias se hará sabio” (Proverbios 13:20).
¿Hay adultos que puedan ser buenos ejemplos para su hijo adolescente? ¿Podría hacer algo para que su hijo pase más tiempo con esas personas? Claro, usted no debe renunciar a su autoridad como padre. Sin embargo, contar con el apoyo de adultos confiables, personas que nunca harían daño a su hijo, puede complementar la educación que usted le da.
La Biblia dice que un joven llamado Timoteo se benefició mucho de la compañía del apóstol Pablo, incluso cuando llegó a la edad adulta, y que Pablo también se benefició de la compañía de Timoteo (Filipenses 2: 20, 22).
En la actualidad, muchas familias ya no están juntas porque los abuelos, los tíos u otros parientes quizás viven en diferentes partes del mundo. Si ese es el caso de su familia, procure que sus hijos adolescentes tengan la oportunidad de aprender de adultos con las cualidades que le gustaría que sus hijos tuvieran.
PASAR TIEMPO CON ADULTOS
“Mis hijos han crecido rodeados de adultos. Conversar con ellos les ha enseñado mucho sobre la vida. Por ejemplo, mi abuela les contó que, cuando era pequeña, su familia fue la primera que tuvo luz eléctrica y que los vecinos iban a su casa para ver cómo se encendía y se apagaba la luz de la cocina. Eso sorprendió mucho a mis hijos y les hizo ver lo diferente que era la vida antes.
Conocer esos detalles de su bisabuela también les enseñó a respetar a las personas mayores. Cuando los niños pasan más tiempo con adultos y menos tiempo con amigos de su edad, aprenden a ver la vida de un modo diferente”
Dé el ejemplo
• ¿Soy un buen modelo de conducta para mis hijos?
• ¿Ven mis hijos que yo también pido ayuda a personas con más experiencia?
• ¿Demuestro a mis hijos lo mucho que me importan pasando tiempo con ellos?
Lo que otros han hecho
“A veces, cuando estoy ocupado, mi hija me dice que quiere hablar conmigo. Siempre intento darle prioridad, aunque tenga que pedirle que espere unos minutos para poder de-dictarle toda mi atención. Mi esposa y yo también nos esforzamos por darle un buen ejemplo para que así vea que vivimos de acuerdo con los principios que le enseñamos” (David).
“Cuando nació nuestra hija, decidimos que yo no trabajaría, que me quedaría en casa para cuidar de ella. No me arrepiento de aquella decisión. Los padres tienen que hacer todo lo posible por formar parte de la vida de sus hijos para poder darles la guía que necesitan y, sobre todo, para demostrarles que se preocupan por ellos” (Lisa).